Vega de Espinareda

  • Elaboración artesanal de pan

    La elaboración artesanal de pan ha sido desde siempre uno de los elementos fundamentales de la vida en los pueblos, cuando cada familia cocía su pan para el autoconsumo. Para su elaboración es principal la obtención de la masa madre que dará volumen al pan, que después de hacerse reposará en la artesa. El día del amasado se tamiza la harina de centeno, trigo, o mezcla y se deja a un lado de la artesa, donde se va echando agua tibia en las cantidades necesarias. EL hecho de que el agua sea tibia no es otro que el de provocar la fermentación de la masa madre para que “o pan suba” Poco a poco se remueve la mezcla y se va añadiendo masa según lo pida. Al tener la consistencia deseada, la masa se compacta y se cubre con sábanas y telas que se calientan en el fuego para aporte calor, sobre todo en los días fríos. Una vez cubierta la masa, se deja reposar unas cuatro horas. Mientras se van dando forma a las hogazas, se enciende el horno con brezo, piornos y madera de encina para que vaya calentando. Al ser el horno de ladrillo, se sabe que el punto justo para empezar a cocer es cuando este obtiene un color blanco. Llegados a ese punto, se recogen las brasas con una pala y se deja un poco delante de la puerta para que al cerrarla no entre aire frío que destemple el horno.
  • Magosto

    Es una celebración, a veces espontánea y a veces organizada, que tiene lugar en los meses de otoño, durante la temporada de recogida de castañas. Se trata de un evento similar al de un filandón, cuyo protagonista principal es la castaña asada. Es una reunión nocturna entre diferentes individuos de la comunidad cuya finalidad es la de socializar. Normalmente se hace alrededor de una hoguera en la que hay un “tambor”, un recipiente cilíndrico con agujeros dentro del cual hay castañas que se van tostando en las llamas.
  • Pesca con nasa

    Técnica de pesca que consiste en utilizar una especie de cesta de castaño, avellano o salgueiro con una boca amplia que se va estrechando hasta quedar cerrada. Se construye un pequeño muro de piedras a lo largo del rio en forma de embudo para ir conduciendo a las truchas hacia el único hueco que es donde se coloca la nasa. Gracias a estar elaborada con un trenzado de ramas, deja pasar el agua a través de estas, no siendo así con la presa. Una vez colocada, las personas que allí se encuentran, van conduciendo a las truchas hasta la nasa y una vez el animal entra, la persona mete su mano dentro de ella para coger a la trucha y capturarla. Es necesario un gran conocimiento del terreno para su desarrollo, ya que son las zonas de aguas más tranquilas las mejores para llevar a cabo esta práctica. Este es un método selectivo, ya que cuando la trucha es pequeña, se devuelve de nuevo al río. Hoy en día, esta técnica está prohibida, pero su práctica aún está en la memoria de muchas personas.
  • Recogida de castañas

    La temporada de recogida de castañas tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre. Antiguamente venían los “podadores”, profesionales que se dedicaban a limpiar los castaños desde la copa para asegurar que el árbol se mantuviera sano y no se dañase, por ejemplo, durante las fuertes nevadas que suelen caer en la zona. Hoy en día es menos frecuente ver a dichos podadores y hay otras problemáticas, como la avispilla del castaño, una especie invasora de insecto que pone sus huevos en las hojas y hace que los castaños enfermen y produzcan menos fruto. A diferencia de lo que ocurre en nuestros días, antes no hacía falta limpiar la base de los castaños entre septiembre y octubre para facilitar la recogida de la castaña, ya que había más ganado en los pueblos y era habitual que pastase bajo los castaños, haciendo la doble función de alimentarse y limpieza. Era también una forma de prevención de incendios. Aún hoy hay individuos de la comunidad que varean sus castaños para facilitar la recogida, pero hace alguna década, algún profesional recorría la zona para “sacudir o varexar las castañas” con una vara larga, “de sacudir”, al igual que el “podador”, desde la copa del árbol. Era una técnica similar a la técnica utilizada con los olivos.
  • Siembra de las patatas

    La patata ha supuesto, durante muchos siglos, el alimento principal de muchos lugares alrededor del mundo. También de la zona de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses siendo, junto con la castaña, los productos gastronómicos estrella, dada su abundante producción. En el caso de la patata o pataca, como aquí se le llama a este tubérculo, su producción es anual, siendo imprescindible su siembra año tras año. El proceso comienza en primavera, entre la segunda quincena de mayo y principios de junio, dependiendo de cómo venga el tiempo ese año. Si viene muy lluvioso o más bien seco, lo que permite labrar con más comodidad la tierra.
  • La matanza del cerdo

    La matanza es una tradición que se celebra en muchas de las casas de las pequeñas localidades del territorio de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses. El animal que se sacrifica y del cual se consume su carne a lo largo del año es el cerdo. De él se sacan muchos de los productos tradicionales del Bierzo y de todo el país, como el embutido, el jamón y el botillo, protagonista en muchas de las celebraciones bercianas. La matanza se celebra en los meses de invierno, concretamente entre diciembre y enero. Hay quién sigue el calendario lunar y la hace coincidir con el cuarto menguante. Algunos, concretamente, con la luna menguante de enero. Dicen que de esta manera la calidad de la carne es mucho mayor, o que incluso así no se pone mala ni se llena de gusanos y larvas. Antiguamente la matanza era un acontecimiento festivo en las familias, ya que era necesario que se juntasen primos y hermanos en casa de quién tocase ese día. Era costumbre desayunar muy temprano una onza de chocolate y un chupito de aguardiente para entrar en calor.
  • Fachizas

    Las fachizas de Burbia consisten en la realización de una especia de antorchas de paja de centeno que posteriormente serán quemadas en el monte denominado “a lagúa”. El proceso de elaboración comienza escogiendo la paja. Antiguamente eran muchos terrenos de la zona los que se dedicaban a la siembra del centeno, pero como en toda la comarca, poco a poco se fue perdiendo hasta desaparecer. En la actualidad, la paja que se usa es la que Juan, el teitador, usa para teitar las pallozas y horreos. Esta paja se trae de la zona de Astorga, y es de menor calidad que la que se usaba antiguamente ya que, según señalan, la recogida en la zona era de mayor grosor, lo que aumentaba la durabilidad de los teitos al estar ésta más adaptada al medio. Una vez seleccionada la paja, las mejores se atan en un mollo y se dejan unas horas en la reguera para que ablanden. Será esta paja la destinada a hacer los bincallos, que son una especie de cuerdas realizadas a base de entrelazar la paja. Es por eso que necesitan humedecerse, ya que de no ser así, se rompería al retorcerla. Una vez elaborados los bincallos, se extiende la paja seca en una hilera de unos dos metros y se va amontonando a lo largo para ir atándola poco a poco con varios bincallos. Según señalan, los bincallos deben de situarse a una distancia muy concreta, ya que si están muy cerca
  • Filandón

    Un filandón, o fiandón, fiendeiro o fiandeiro es una reunión informal entre varias personas, normalmente vecinos de una misma localidad, para socializar y entretenerse en las largas noches. Antiguamente, cuando no había luz en los pueblos, era habitual reunirse en casa de alguno de los vecinos al calor de la lumbre de las lareiras, posiblemente en las pallozas, para charlar mientras que las mujeres fiaban (hilaban) o tejían. Posteriormente solían quedar para escuchar la radio y, hoy en día, simplemente para socializar. De hecho, hoy es habitual, sobre todo en las noches de verano, ver grupos de individuos de fiendeiro en las calles a la fresca, o en las casas de alguno de los vecinos. El resto del año, en épocas de temperaturas más bajas, suelen tener lugar en el interior de casas particulares. Y en otoño se suele convertir en magosto, acompañando la conversación con castañas asasdas. No se hablaba de nada en concreto, y cada filandón es diferente pero, como decimos, la razón principal era la socialización y el entretenimiento. Surgió con la finalidad de hacerse compañía entre vecinos y se ha ido manteniendo en el tiempo, sabiendo adaptar la costumbre a los tiempos, hasta el momento actual, en el que aún es habitual asistir a reuniones espontáneas de personas que, simplemente, debaten sobre diversos temas de actualidad, narran historias de tiempos pasados o incluso hacen negocios en un ambiente relajado.
  • Pesca con nasa

    Comenzaremos por explicar qué es una “nasa”. Se trata de una especie de cesta con una forma muy similar a la de un ánfora. Se construye de manera artesanal con unas ramas muy finas de “salgueiro” (salguero). Se hace manualmente mediante un proceso muy parecido al de fabricación de cestas. Precisamente se hace con ramas de salgueiro porque son los árboles que crecen cerca de los ríos, de manera que el color de la nasa es muy parecido al de la maleza de las orillas. Así, la posible pesca se confunde, o no desconfía y huye. Se suele pescar en los ríos y arroyos, normalmente en balsas de agua creadas con banzaos o valladas, usualmente construidas con vigas de madera y ramas. Su uso está pensado para regadío del pasto de los prados. La diferencia entre banzao y vallada es que el banzao es más profundo que la vallada. Para pescar las ricas truchas del río Ancares, colocaríamos la boca de la nasa a favor de corriente, ya que las truchas suelen nadar a contracorriente. Así es más sencillo que caigan en la trampa cuando el pescador “furgue en ellas” o las “escaxigue” (molestarlas con un palo largo para sacarlas de su zona de confort) desde otra parte más inferior del río. Si consiguen molestarlas, tienden a escapar a contracorriente, hacia partes más altas del río, buscando incluso recovecos oscuros, como el de la propia nasa, que espera paciente con la boca abierta, anclada al río con ramas y piedras.
  • Recuperación de las viñas de San Pedro de Olleros

    En el año 2009 Silvia, enóloga de profesión, estuvo trabajando en bodegas del Bierzo. Es así como conoció la localidad de San Pedro de Olleros, en el municipio de Vega de Espinareda. Vio con preocupación la cantidad de hectáreas de viñedo que se estaban perdiendo por falta de relevo generacional. En el año 2017 regresó al Bierzo con la intención de crear una empresa relacionada con el mundo del vino en esta tierra y recordó aquellas viñas en proceso de desaparición de San Pedro. Contactó con los dueños de algunas tierras, que aceptaron y le cedieron sus viñas para que ellas las recuperase y llevase a cabo en este lugar su nuevo proyecto. Así, arrendó unas 2 hectáreas de viñedos divididas en varios parajes (así puede observar mejor el potencial de cada zona), que han aumentado a unas 3,3 hectáreas. La variedad de uva que más se da en estas viñas es Mencía, como en el resto del Bierzo. Pero entre esas 3,3Ha hay una variedad de uva blanca cuya viña fue abandonada dos veces y ahora vuelve a la vida gracias a Silvia y su proyecto. El proceso de elaboración de vino y cuidado de las viñas es el habitual. La calidad del vino resultante es óptima, ya que la uva es buena y muy sana, debido a la situación de altitud de la viña y su ventilación por las tardes.
  • Mallar

    Como las eras normalmente son de propiedad colectiva, las medas permanecen hechas hasta que llegue el turno del dueño de esa parte de la era. Cuando llega la vez, se deshace la meda y se extiende la paja para, por fin, mallar el pan. Hasta hace unas décadas se hacía manualmente, usando el malle, un instrumento específico para el desempeño de esta tarea. El acto de mallar el pan consiste en la colocación en paralelo de dos filas de campesinos, llegando a ser un grupo de seis u ocho personas que giran el malle de forma sincronizada para golpear la paja y separarla del grano. Ninguno de los dos productos resultantes se desaprovechaba, ya que la paja se utilizaba para teitar o hacer arreglos en las techumbres de las casas de teito, mientras que el grano se molía para hacer pan. El paso previo y posterior a la malla solía ser el barrido de la era, de lo cual se encargaban normalmente las mujeres. Esto se hacía con el fin de facilitar la recogida posterior del grano. En algunas localidades se extendía abono en la era para facilitar el proceso, aunque lo normal era que el suelo de las eras estuviese empedrado con pizarras por este mismo motivo. Posteriormente, antes de la desaparición del cultivo de cereal en la zona, el proceso de mallar dejó de ser puramente manual y pasó a hacerse con una máquina llamada “malladora” y más recientemente, “cosechadora”.
  • Cestería

    La técnica para la elaboración de cestería es una actividad artesanal tradicional característica de la zona. Esta técnica se basa en “coser” con brengas y costelas de avellano y castaño, diferentes piezas como cestos, megos, cestas de pescar, etc. Para llevar a cabo esta actividad son necesarios conocimientos del entono, de la técnica y del comportamiento de los materiales que formaran las piezas que han sido durante muchos años, imprescindibles para llevar a cabo actividades como la pesca, la recogida de castañas, setas y uvas y multitud de usos a los que han estado y están ligadas estas piezas. Son muchos y muy variados los paso para elaborar un cesto.El primer paso es recoger las varas de avellano y castaño, siendo la mejor época en invierno, ya que la savia no circula. Las mejores varas son las que salen del denominado “culo” o base del árbol. Una vez recogido el material, se procede a extraer las brengas, que son las tiras más finas y las costelas que son las más gruesas. Esta operación se lleva a cabo después de haber torrado las varas en el fuego el tiempo justo para que no se quemen. Es ahí cuando a base de ir doblando poco a poco la vara, van saliendo las brengas que después serán trabajadas con la navaja para disminuir su espesor y perfilarlas.
Explorar todos