Peranzanes
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Danza de Chano
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Los danzantes de Chano bailan la tarde del 15 de agosto (a eso de las 17h) en el campo del Santuario de la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. El día 16 lo hacen por la mañana, mientras que el día 17, danzan en su pueblo, Chano. En el caso de los danzantes de Peranzanes es a la inversa. La danza de Chano se compone de 12 bailarines: 1º y 2º juez, 2 “guías”, 4 “segundas” y 4 “banderas”, además de dos “chaconeros”, dos o tres “palilleros” (habitualmente niños) y un tamboritero. Como decimos, tradicionalmente todos son hombres jóvenes. -
Romería de Trascastro
La Romería de Trascastro es, posiblemente, la celebración más importante que tiene lugar en el Valle de Fornela, puesto que se rinde culto a la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. La danza es la principal protagonista de toda la festividad, puesto que en ella se concentran tres danzas de las cuatro que permanecen vivas en el valle. Éstas son las de Peranzanes, Chano y Trascastro. Se sigue un riguroso orden de danzas, con lo que el día 15 de agosto danza Peranzanes por la mañana y Chano por la tarde, mientras que este orden se invierte el día 16, en el que Chano es el primero en danzar y Peranzanes lo hace por la tarde. El día 17 es el turno de Trascastro, que danza todo el día en su pueblo, por la mañana en la campa del Santuario y por la tarde en la plaza del pueblo. Hay procesión, en la que cuatro mozas de Trascastro dan una vuelta al Santuario con la imagen. Como es típico en este tipo de festividades, por la noche tiene lugar una verbena en la que mayores y jóvenes se divierten hasta altas horas de la madrugada. Cabe mencionar que los días de fiesta en Trascastro, también se celebra en Peranzanes y Chano, con lo que cada uno forma su verbena en sus respectivas localidades. Esto es así desde hace unos años, ya que anteriormente estas verbenas tenían lugar en Trascastro, eran aportadas por Chano y Peranzanes, de manera que en el pueblo de Trascastro se juntaban con tres grupos amenizando las noches de fiesta. -
Siembra de las patatas
La patata ha supuesto, durante muchos siglos, el alimento principal de muchos lugares alrededor del mundo. También de la zona de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses siendo, junto con la castaña, los productos gastronómicos estrella, dada su abundante producción. En el caso de la patata o pataca, como aquí se le llama a este tubérculo, su producción es anual, siendo imprescindible su siembra año tras año. El proceso comienza en primavera, entre la segunda quincena de mayo y principios de junio, dependiendo de cómo venga el tiempo ese año. Si viene muy lluvioso o más bien seco, lo que permite labrar con más comodidad la tierra. -
Recogida de castañas
La temporada de recogida de castañas tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre. Antiguamente venían los “podadores”, profesionales que se dedicaban a limpiar los castaños desde la copa para asegurar que el árbol se mantuviera sano y no se dañase, por ejemplo, durante las fuertes nevadas que suelen caer en la zona. Hoy en día es menos frecuente ver a dichos podadores y hay otras problemáticas, como la avispilla del castaño, una especie invasora de insecto que pone sus huevos en las hojas y hace que los castaños enfermen y produzcan menos fruto. A diferencia de lo que ocurre en nuestros días, antes no hacía falta limpiar la base de los castaños entre septiembre y octubre para facilitar la recogida de la castaña, ya que había más ganado en los pueblos y era habitual que pastase bajo los castaños, haciendo la doble función de alimentarse y limpieza. Era también una forma de prevención de incendios. Aún hoy hay individuos de la comunidad que varean sus castaños para facilitar la recogida, pero hace alguna década, algún profesional recorría la zona para “sacudir o varexar las castañas” con una vara larga, “de sacudir”, al igual que el “podador”, desde la copa del árbol. Era una técnica similar a la técnica utilizada con los olivos. -
Loas
Se trata de una de las partes fundamentales de las que se compone la celebración de la Romería de Trascastro. Tiene lugar el día 15 de agosto por la mañana, tras la danza de Peranzanes en el Santuario. Se trata de un emotivo texto escrito por un vecino de alguna de las localidades del Valle de Fornela, normalmente con tintes personales o haciendo una referencia reflexiva a temas de actualidad, ya sean generales o específicos del valle o del pueblo al que pertenece el redactor y posterior lector. Para conocer quién ha de leer la loa en el año actual, se ha de comentar que se sigue un orden por localidades. Cada año le toca a un pueblo decir la loa en Trascastro y el orden es alfabético. Esto es si, por ejemplo, el año pasado le ha tocado a Cariseda, al año siguiente le tocaría recitar la loa a un vecino de Chano. -
Burón fornelo
Se conoce al burón fornelo como la jerga de uso comercial propia del Valle de Fornela, tierra de albarderos y vendedores ambulantes. Según cuenta Alejandro Álvarez López en su libro “El Burón. La jerga de los vendedores ambulantes de Forniella” (2005), el Valle de Fornela cuenta con un elemento diferenciador de comarcas y valles vecinos del Bierzo: el gran número de albarderos” y “vendedores ambulantes” que existían en el valle desde el siglo XVIII y que hoy ya sólo viven en el recuerdo de aquéllos últimos que recorrieron gran parte del país comerciando por los pueblos y caminos. El Valle de Fornela se encuentra en un enclave privilegiado, rodeado de montañas. Pero son éstas las que encierran a sus habitantes en el valle. De manera que los fornelos se abrieron paso con tres caminos que siguen tres rumbos distintos: dirección a Asturias, por el puerto del Trayetu (Trayecto), hacia la comarca asturiana de Ibias y pueblos lucenses por el puerto de Cienfuegos, y siguiendo el curso del río Cúa hacia Fabero y Ponferrada, la única vía aún transitable, asfaltada y por la que podemos acceder a este valle de tradición comerciante y danzante. Pero, ¿qué comerciaban exactamente los fornelos? No hay una sola respuesta a esta pregunta, ya que, al igual que pasa hoy en día, los tiempos van cambiando y el estilo de vida también. -
Día del vaso
El Día del Vaso tiene lugar en la víspera de la boda. Se trata de un ritual de agradecimiento y buenos deseos hacia los novios. Tradicionalmente se celebraba en casa de la novia. Allí se reunían los invitados con la pareja. Les cantan versos dedicados a diferentes figuras básicas de una boda, como la novia o el novio o alguno de los padrinos. Mientras tanto, se les invitaba a pan y a vino, que guardaban en una olla, dado el gran número de asistentes. Actualmente se acompaña el pan y el vino con alguna vianda más. Al día siguiente del Día del Vaso es la boda. Por desgracia cada vez es menos frecuente que esta celebración tenga lugar en localidades como Peranzanes, con lo que esta tradición corre serio peligro de desaparición. -
Filandón
Un filandón, o fiandón, fiendeiro o fiandeiro es una reunión informal entre varias personas, normalmente vecinos de una misma localidad, para socializar y entretenerse en las largas noches. Antiguamente, cuando no había luz en los pueblos, era habitual reunirse en casa de alguno de los vecinos al calor de la lumbre de las lareiras, posiblemente en las pallozas, para charlar mientras que las mujeres fiaban (hilaban) o tejían. Posteriormente solían quedar para escuchar la radio y, hoy en día, simplemente para socializar. De hecho, hoy es habitual, sobre todo en las noches de verano, ver grupos de individuos de fiendeiro en las calles a la fresca, o en las casas de alguno de los vecinos. El resto del año, en épocas de temperaturas más bajas, suelen tener lugar en el interior de casas particulares. Y en otoño se suele convertir en magosto, acompañando la conversación con castañas asasdas. No se hablaba de nada en concreto, y cada filandón es diferente pero, como decimos, la razón principal era la socialización y el entretenimiento. Surgió con la finalidad de hacerse compañía entre vecinos y se ha ido manteniendo en el tiempo, sabiendo adaptar la costumbre a los tiempos, hasta el momento actual, en el que aún es habitual asistir a reuniones espontáneas de personas que, simplemente, debaten sobre diversos temas de actualidad, narran historias de tiempos pasados o incluso hacen negocios en un ambiente relajado. -
La Octava
La Octava se celebra en la localidad de Peranzanes el domingo de Corpus. Tradicionalmente, cada año tenía lugar en una casa particular de uno de los vecinos del pueblo, que adornaba su casa, preparaba un altar para recibir al cura, que acudía a rendir culto al santo. Mientras en la casa del vecino se ultimaban los detalles para acoger la celebración, el cura iba desde la iglesia a dicha casa en procesión, acompañado de cuatro feligreses que portaban el palio que cubre al párroco. Al llegar a la casa, los niños que allí habitan reciben a la imagen portada por el sacerdote y a la comitiva tirándoles pétalos de flores. Es entonces cuando el párroco se arrodilla frente al altar y reza a la imagen ante la atenta mirada de los anfitriones y de los vecinos. A continuación, se regresa a la iglesia, donde tiene lugar una misa y se vuelve de nuevo a la casa anfitriona a comer pan y vino. Actualmente, el ritual es el mismo, con la diferencia de que es la Junta Vecinal la encargada de organizar la festividad. Así, se escoge un lugar neutral para recibir al sacerdote, como la plaza del pueblo, que es el lugar habitual de celebración. Ahora se hace así dada la falta de “voluntarios” para acoger la celebración, bien sea por la responsabilidad que supone, o bien por la falta de vecinos presentes el día de la festividad. Se trata pues de una medida de salvaguardia. -
Mallar
Como las eras normalmente son de propiedad colectiva, las medas permanecen hechas hasta que llegue el turno del dueño de esa parte de la era. Cuando llega la vez, se deshace la meda y se extiende la paja para, por fin, mallar el pan. Hasta hace unas décadas se hacía manualmente, usando el malle, un instrumento específico para el desempeño de esta tarea. El acto de mallar el pan consiste en la colocación en paralelo de dos filas de campesinos, llegando a ser un grupo de seis u ocho personas que giran el malle de forma sincronizada para golpear la paja y separarla del grano. Ninguno de los dos productos resultantes se desaprovechaba, ya que la paja se utilizaba para teitar o hacer arreglos en las techumbres de las casas de teito, mientras que el grano se molía para hacer pan. El paso previo y posterior a la malla solía ser el barrido de la era, de lo cual se encargaban normalmente las mujeres. Esto se hacía con el fin de facilitar la recogida posterior del grano. En algunas localidades se extendía abono en la era para facilitar el proceso, aunque lo normal era que el suelo de las eras estuviese empedrado con pizarras por este mismo motivo. Posteriormente, antes de la desaparición del cultivo de cereal en la zona, el proceso de mallar dejó de ser puramente manual y pasó a hacerse con una máquina llamada “malladora” y más recientemente, “cosechadora”. -
Danza de Peranzanes
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Los danzantes de Peranzanes bailan la mañana del 15 de agosto (a eso de las 11) en el campo del Santuario de la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. El día 16 lo hacen por la tarde, mientras que el día 17, danzan en su pueblo, Peranzanes. En el caso de los danzantes de Chano es a la inversa. La danza de Peranzanes se compone de 8 o 12 bailarines y un tamboritero: 1º y 2º juez, cuatro “segundas”, cuatro “panzas”, dos “guías”, dos “chaconeros”, dos o tres “palilleros” y un tamborilero o “tamburiteiru”. Como decimos, tradicionalmente todos son hombres jóvenes, de entre 14 y 27 años. -
Danza de Guímara
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Concretamente, la danza de Guímara tiene lugar durante la fiesta popular de esta localidad del Valle de Fornela, en la que se celebra San Bartolo (24 de agosto) y tiene una duración de alrededor de cuatro días. Así pues, la organización de la danza se pone de acuerdo con la comisión de fiestas para concretar horarios y días de danza. Es conveniente destacar que ésta fue una danza recuperada tras varias décadas sin celebrarse. Antiguamente se danzaba en Trascastro, durante la festividad en la que danzantes de Peranzanes y Chano danzan en el Santuario de la Virgen de Trascastro.