Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

  • Pesca con nasa

    Comenzaremos por explicar qué es una “nasa”. Se trata de una especie de cesta con una forma muy similar a la de un ánfora. Se construye de manera artesanal con unas ramas muy finas de “salgueiro” (salguero). Se hace manualmente mediante un proceso muy parecido al de fabricación de cestas. Precisamente se hace con ramas de salgueiro porque son los árboles que crecen cerca de los ríos, de manera que el color de la nasa es muy parecido al de la maleza de las orillas. Así, la posible pesca se confunde, o no desconfía y huye. Se suele pescar en los ríos y arroyos, normalmente en balsas de agua creadas con banzaos o valladas, usualmente construidas con vigas de madera y ramas. Su uso está pensado para regadío del pasto de los prados. La diferencia entre banzao y vallada es que el banzao es más profundo que la vallada. Para pescar las ricas truchas del río Ancares, colocaríamos la boca de la nasa a favor de corriente, ya que las truchas suelen nadar a contracorriente. Así es más sencillo que caigan en la trampa cuando el pescador “furgue en ellas” o las “escaxigue” (molestarlas con un palo largo para sacarlas de su zona de confort) desde otra parte más inferior del río. Si consiguen molestarlas, tienden a escapar a contracorriente, hacia partes más altas del río, buscando incluso recovecos oscuros, como el de la propia nasa, que espera paciente con la boca abierta, anclada al río con ramas y piedras.
  • Recogida de castañas

    La temporada de recogida de castañas tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre. Antiguamente venían los “podadores”, profesionales que se dedicaban a limpiar los castaños desde la copa para asegurar que el árbol se mantuviera sano y no se dañase, por ejemplo, durante las fuertes nevadas que suelen caer en la zona. Hoy en día es menos frecuente ver a dichos podadores y hay otras problemáticas, como la avispilla del castaño, una especie invasora de insecto que pone sus huevos en las hojas y hace que los castaños enfermen y produzcan menos fruto. A diferencia de lo que ocurre en nuestros días, antes no hacía falta limpiar la base de los castaños entre septiembre y octubre para facilitar la recogida de la castaña, ya que había más ganado en los pueblos y era habitual que pastase bajo los castaños, haciendo la doble función de alimentarse y limpieza. Era también una forma de prevención de incendios. Aún hoy hay individuos de la comunidad que varean sus castaños para facilitar la recogida, pero hace alguna década, algún profesional recorría la zona para “sacudir o varexar las castañas” con una vara larga, “de sacudir”, al igual que el “podador”, desde la copa del árbol. Era una técnica similar a la técnica utilizada con los olivos.
  • Pesca con nasa

    Técnica de pesca que consiste en utilizar una especie de cesta de castaño, avellano o salgueiro con una boca amplia que se va estrechando hasta quedar cerrada. Se construye un pequeño muro de piedras a lo largo del rio en forma de embudo para ir conduciendo a las truchas hacia el único hueco que es donde se coloca la nasa. Gracias a estar elaborada con un trenzado de ramas, deja pasar el agua a través de estas, no siendo así con la presa. Una vez colocada, las personas que allí se encuentran, van conduciendo a las truchas hasta la nasa y una vez el animal entra, la persona mete su mano dentro de ella para coger a la trucha y capturarla. Es necesario un gran conocimiento del terreno para su desarrollo, ya que son las zonas de aguas más tranquilas las mejores para llevar a cabo esta práctica. Este es un método selectivo, ya que cuando la trucha es pequeña, se devuelve de nuevo al río. Hoy en día, esta técnica está prohibida, pero su práctica aún está en la memoria de muchas personas.
  • Pesca con nasa

    Comenzaremos por explicar qué es una “nasa”. Se trata de una especie de cesta con una forma muy similar a la de un ánfora. Se construye de manera artesanal con unas ramas muy finas de “salguera” (salguero). Se hace manualmente mediante un proceso muy parecido al de fabricación de cestas. Precisamente se hace con ramas de salguera porque son los árboles que crecen cerca de los ríos, de manera que el color de la nasa es muy parecido al de la maleza de las orillas. Así, la posible pesca se confunde, o no desconfía y huye. Se suele pescar en los ríos y arroyos, normalmente en balsas de agua creadas con barancadas, usualmente construidas con vigas de madera y ramas. Su uso está pensado para regadío del pasto de los prados. Para pescar las ricas truchas del río Cúa, colocaríamos la boca de la nasa a favor de corriente, ya que las truchas suelen nadar a contracorriente. Así es más sencillo que caigan en la trampa cuando el pescador las moleste, con un palo largo para sacarlas de su zona de confort, desde otra parte más inferior del río. Si consiguen molestarlas, tienden a escapar a contracorriente, hacia partes más altas del río, buscando incluso recovecos oscuros, como el de la propia nasa, que espera paciente con la boca abierta, anclada al río con ramas y piedras.
  • Botillo ancarés

    El botillo es el embutido en el que pensamos cuando hablamos de gastronomía berciana. Lo habitual es pensar que se cuece el botillo y se acompaña con repollo, patatas e incluso algo de panceta. Es la receta más extendida y más cocinada dentro y fuera de la comarca. Sin embargo, el botillo se acompaña de una manera diferente en el Valle de Ancares. Aquí es muy habitual reservar carne en la matanza para elaborarlo, y tenerlo muy en cuenta en celebraciones y fechas señaladas. Sin embargo, lo habitual es comerlo cocido, pero acompañado sólo de “cachos”, como se les llama aquí a las patatas cocidas. Se suele añadir también una ristra de chorizos que se cuecen junto con el botillo. La razón principal es que en Ancares se cultiva más la berza que el repollo, y la patata es un alimento muy recurrente en esta tierra, con lo que se tendía a cocinar con lo que abundaba. Así se fue transmitiendo la receta de madres a hijas hasta la actualidad, mientras que en el resto del territorio berciano se seguía cocinando el botillo con todo su acompañamiento, hasta el punto de convertirse en una receta que traspasó las fronteras comarcales.
  • Fachizas

    Las fachizas de Burbia consisten en la realización de una especia de antorchas de paja de centeno que posteriormente serán quemadas en el monte denominado “a lagúa”. El proceso de elaboración comienza escogiendo la paja. Antiguamente eran muchos terrenos de la zona los que se dedicaban a la siembra del centeno, pero como en toda la comarca, poco a poco se fue perdiendo hasta desaparecer. En la actualidad, la paja que se usa es la que Juan, el teitador, usa para teitar las pallozas y horreos. Esta paja se trae de la zona de Astorga, y es de menor calidad que la que se usaba antiguamente ya que, según señalan, la recogida en la zona era de mayor grosor, lo que aumentaba la durabilidad de los teitos al estar ésta más adaptada al medio. Una vez seleccionada la paja, las mejores se atan en un mollo y se dejan unas horas en la reguera para que ablanden. Será esta paja la destinada a hacer los bincallos, que son una especie de cuerdas realizadas a base de entrelazar la paja. Es por eso que necesitan humedecerse, ya que de no ser así, se rompería al retorcerla. Una vez elaborados los bincallos, se extiende la paja seca en una hilera de unos dos metros y se va amontonando a lo largo para ir atándola poco a poco con varios bincallos. Según señalan, los bincallos deben de situarse a una distancia muy concreta, ya que si están muy cerca
  • El racimo de San Roque

    Acto que se realiza los días de Nuestra Señora y San Roque antes de la procesión y la misa en el que se hace una ofrenda a San Roque para pedirle que no haya plagas ni enfermedades en los viñedos para que la cosecha de uvas sea abundante. Consiste en recoger un racimo de uvas en los viñedos (normalmente lo más grande posible) y colgarlo en el brazo de la talla de San Roque antes de la procesión. Normalmente, la talla lleva colgados varios racimos de diferentes personas, ya que las ofrendas son personales. San Roque es un santo venerado en gran parte de la geografía española. Ya que es el protector de enfermedades como la peste, empezaron a proliferar capillas, ermitas e iglesias a bajo su patronazgo cuando en esos lugares se fue erradicando la enfermedad. Comunidades en las que la economía se basaba en gran medida al cultivo de la vid, como lo es Valtuille de Arriba, se han realizado y se realizan estas ofrendas a San Roque para que proteja a los viñedos de las plagas y enfermedades a las que son tan sensibles.
  • Oficio de artesanía de madera

    Artesanos que trabajan la madera para fabricar elementos que tenían utilidad en la vida cotidiana, como galochas o madreñas, cucharas, herramientas de labranza o instrumentos musicales. Actualmente se fabrican más bien artículos de adorno para su exposición y venta al público en general. Se trata de creaciones únicas, puesto que todo está hecho a mano y cada creación tiene sus propios detalles. La madera utilizada para la fabricación de utensilios y adornos es recogida por los artesanos en la naturaleza, siempre desde su máximo respeto y teniendo en cuenta los tiempos tradicionales para su recogida. Se transmite de generación en generación, normalmente mediante educación no formal. Pero la falta de interés por parte de las generaciones siguientes y la baja densidad de población de las áreas rurales, que es donde suele tener lugar la actividad, dificulta su transmisión y su recreación constante.
  • Flauta de castaño

    Flauta de castaño que se realiza con las ramas bravas que salen del culo del árbol y que se suele realizar en gran medida durante los descansos de las labores agrícolas o el pastoreo del ganado. Se corta una rama con una longitud de aproximadamente 30cm y un grosor de unos 2cm a la que, con el mango de la (navaja), se frota por toda su superficie haciendo que la corteza se separe de la madera. Una vez se separan, extraemos la parte de la madera de la que cortaremos dos partes, que se introducirán por los extremos, actuando uno de tapón y otro de embocadura a la que se le hará un rebaje para que pueda circular el aire. Con el cuerpo montado, solamente quedan por hacer los dos buracos (agujeros) que darán las notas musicales y que se realizan en la parte final de la flauta y el bisel, que se sitúa justo después de terminar la embocadura. Estos agujeros los realizamos haciendo unos cortes con el filo de la navaja.
  • Entroido de Valtuille de Arriba

    Celebración con motivo del carnaval que precede inmediatamente al tiempo de cuaresma. Al ser esta una época de recogimiento y abstinencia, el entroido alberga ciertos excesos y descontrol. Esta celebración tiene como elemento principal la figura de un hombre de paja que personifica el entroido. Esta figura solía construirse con paja de centeno que los mozos iban recogiendo por los mederos y palleiros del pueblo hasta conseguir la cantidad necesaria. Una vez en la plaza, se hacía un agujero y se clavaba un poste de madera de gran altura (hasta ocho metros según las fuentes), y clavado a su vez en este, otro haciendo una forma de cruz que sirve de estructura para los brazos. A la figura en algunas ocasiones se le daba forma cónica y en otras, se le ponían “unas patas escarrancadas” o piernas abiertas. La cabeza está compuesta por un saco de papel relleno de paja al que se le pinta una cara. Una vez construida la figura, que solía hacerse el sábado de carnaval, esta permanecía allí hasta el martes, día en el que se le dará juicio. En este juicio las personas se subían a la figura con una escalera y desde allí arriba unos hacían alegatos a favor y otros en contra para ser o no quemado. En estos alegatos se podían usar cualquier tipo de recursos, siendo críticas a eventos y problemas de actualidad o cosas de la vida cotidiana.
  • Poncho de palla

    Habitualmente fabricada con junco o xunco (un vegetal que escurre muy bien el agua), se trata de una prenda que, antiguamente, utilizaban los pastores que debían salir a sacar el ganado en épocas lluviosas. Está fabricado con juncos o xuncos de manera artesanal, con un método de trenzado muy laborioso y cuya función es similar a la del teito en las pallozas: evitar que entre el agua, de manera que la persona que lo ponía se podía mover con las manos libres y no se mojaba bajo la lluvia. Normalmente no se hacía a medida, de manera que dependiendo de la persona, le podía quedar más largo o más corto. Existía la posibilidad de que fuese de una pieza, desde los hombros hasta los pies, o en dos piezas, una parte de arriba a modo de chaleco largo que llegaba a los pies o media pierna y otra más corta, a modo poncho, que se colocaba por encima de la pieza anterior y favorecía que el agua resbalase. Se le podía añadir un sombrero para evitar mojarse la cabeza, o unas polainas para proteger también los pies. Actualmente se usa a modo de exhibición más que de uso real como tenía hace décadas.
  • Fiesta del Maio

    El maio-mozo o maio-humano es una tipología de festejo tradicional del 1 de maio, en la que se escoge a un niño o mozo de un grupo para vestirlo y convertirlo en la representación del espíritu de la primavera por ese día (por eso ha de ser irreconocible, dando el aspecto de ser un árbol que anda) oculto con una planta específica cañaveira (smyrnium olosatrum) para luego recorrer las calles y plazas acompañado de una comitiva que va cantando coplas tradicionales (siempre las mismas y con una melodía musical que se usa exclusivamente para la ocasión) solicitando un donativo (castañas “maias”, una alegórica alusión al fin del ciclo de las mismas) y realizando un ritual de levantar al maio como símbolo de la llegada del tiempo de la estación de las flores (el comienzo de un nuevo ciclo). Aunque son los portadores los niños y la gente más joven, los mayores también participan durante el recorrido en el proceso al contribuir con donativos o hacer que la comitiva “tumbe o maio” y luego lo levante. Esta celebración, a comienzos del Siglo XX, era abundante en Galicia, en villas importantes Monforte, Viveiro, Mondoñedo, entre otras las villas Jacobeas Portomarín, Lugo y Santiago, en las que se fueron perdiendo y desapareciendo, siendo única esta expresión a día de hoy en Villafranca donde se resistió a hacerlo y se viene realizando ininterrumpidamente, siendo una de las costumbres más antiguas que se recuerdan de las que persisten.
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