Candín
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Romería de la Magdalena
Actualmente la imagen de la Virgen de Fátima (originariamente San Juan Bautista) parte desde la iglesia de Tejedo, a hombros de las mozas del pueblo. El orden que lleva la procesión es un hombre portador de la cruz en primer lugar. La imagen de la Virgen a continuación, seguida por Párroco de la localidad, que va dando misa, alternada por la banda de música que le sigue (normalmente compuesta por gaitas, tambor y bombo). Por último, componen la procesión las gentes del pueblo o visitantes que cada año acuden por devoción a la celebración. A la altura de la Herrería de Tejedo (A Ferreiría) concretamente en el punto conocido por la comunidad como Encima del Pozo o El Carril del Prao de Pepe, la imagen se encuentra con la imagen de Sta. María Magdalena en procesión, portada por los mozos del lugar. La imagen que sube desde Tejedo hace una pequeña reverencia a la Magdalena y ambas juntas (siguiendo el orden anterior, pero con la imagen de la Magdalena por delante de la Virgen de Fátima) llegan a la ermita, donde ambas imágenes dan una vuelta al templo y permanecen todo el día allí juntas. El cura da una misa en honor a la Santa y, posteriormente, se celebra con música tradicional interpretada por la banda de gaitas que acompañaba a la procesión desde Tejedo. Por la tarde, se da otra pequeña misa y la Virgen de Fátima regresa a la iglesia de Tejedo, hasta el año que viene. -
Recogida de castañas
La temporada de recogida de castañas tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre. Antiguamente venían los “podadores”, profesionales que se dedicaban a limpiar los castaños desde la copa para asegurar que el árbol se mantuviera sano y no se dañase, por ejemplo, durante las fuertes nevadas que suelen caer en la zona. Hoy en día es menos frecuente ver a dichos podadores y hay otras problemáticas, como la avispilla del castaño, una especie invasora de insecto que pone sus huevos en las hojas y hace que los castaños enfermen y produzcan menos fruto. A diferencia de lo que ocurre en nuestros días, antes no hacía falta limpiar la base de los castaños entre septiembre y octubre para facilitar la recogida de la castaña, ya que había más ganado en los pueblos y era habitual que pastase bajo los castaños, haciendo la doble función de alimentarse y limpieza. Era también una forma de prevención de incendios. Aún hoy hay individuos de la comunidad que varean sus castaños para facilitar la recogida, pero hace alguna década, algún profesional recorría la zona para “sacudir o varexar las castañas” con una vara larga, “de sacudir”, al igual que el “podador”, desde la copa del árbol. Era una técnica similar a la técnica utilizada con los olivos. -
Poncho de palla
Habitualmente fabricada con junco o xunco (un vegetal que escurre muy bien el agua), se trata de una prenda que, antiguamente, utilizaban los pastores que debían salir a sacar el ganado en épocas lluviosas. Está fabricado con juncos o xuncos de manera artesanal, con un método de trenzado muy laborioso y cuya función es similar a la del teito en las pallozas: evitar que entre el agua, de manera que la persona que lo ponía se podía mover con las manos libres y no se mojaba bajo la lluvia. Normalmente no se hacía a medida, de manera que dependiendo de la persona, le podía quedar más largo o más corto. Existía la posibilidad de que fuese de una pieza, desde los hombros hasta los pies, o en dos piezas, una parte de arriba a modo de chaleco largo que llegaba a los pies o media pierna y otra más corta, a modo poncho, que se colocaba por encima de la pieza anterior y favorecía que el agua resbalase. Se le podía añadir un sombrero para evitar mojarse la cabeza, o unas polainas para proteger también los pies. Actualmente se usa a modo de exhibición más que de uso real como tenía hace décadas. -
Mallar
Como las eras normalmente son de propiedad colectiva, las medas permanecen hechas hasta que llegue el turno del dueño de esa parte de la era. Cuando llega la vez, se deshace la meda y se extiende la paja para, por fin, mallar el pan. Hasta hace unas décadas se hacía manualmente, usando el malle, un instrumento específico para el desempeño de esta tarea. El acto de mallar el pan consiste en la colocación en paralelo de dos filas de campesinos, llegando a ser un grupo de seis u ocho personas que giran el malle de forma sincronizada para golpear la paja y separarla del grano. Ninguno de los dos productos resultantes se desaprovechaba, ya que la paja se utilizaba para teitar o hacer arreglos en las techumbres de las casas de teito, mientras que el grano se molía para hacer pan. El paso previo y posterior a la malla solía ser el barrido de la era, de lo cual se encargaban normalmente las mujeres. Esto se hacía con el fin de facilitar la recogida posterior del grano. En algunas localidades se extendía abono en la era para facilitar el proceso, aunque lo normal era que el suelo de las eras estuviese empedrado con pizarras por este mismo motivo. Posteriormente, antes de la desaparición del cultivo de cereal en la zona, el proceso de mallar dejó de ser puramente manual y pasó a hacerse con una máquina llamada “malladora” y más recientemente, “cosechadora”. -
Filandón
Un filandón, o fiandón, fiendeiro o fiandeiro es una reunión informal entre varias personas, normalmente vecinos de una misma localidad, para socializar y entretenerse en las largas noches. Antiguamente, cuando no había luz en los pueblos, era habitual reunirse en casa de alguno de los vecinos al calor de la lumbre de las lareiras, posiblemente en las pallozas, para charlar mientras que las mujeres fiaban (hilaban) o tejían. Posteriormente solían quedar para escuchar la radio y, hoy en día, simplemente para socializar. De hecho, hoy es habitual, sobre todo en las noches de verano, ver grupos de individuos de fiendeiro en las calles a la fresca, o en las casas de alguno de los vecinos. El resto del año, en épocas de temperaturas más bajas, suelen tener lugar en el interior de casas particulares. Y en otoño se suele convertir en magosto, acompañando la conversación con castañas asasdas. No se hablaba de nada en concreto, y cada filandón es diferente pero, como decimos, la razón principal era la socialización y el entretenimiento. Surgió con la finalidad de hacerse compañía entre vecinos y se ha ido manteniendo en el tiempo, sabiendo adaptar la costumbre a los tiempos, hasta el momento actual, en el que aún es habitual asistir a reuniones espontáneas de personas que, simplemente, debaten sobre diversos temas de actualidad, narran historias de tiempos pasados o incluso hacen negocios en un ambiente relajado. -
Muñeira de Balouta
Se trata de una danza popular extendida en Galicia y alrededores, cuyo origen se desconoce, aunque se cree que procede de los celtas. En Balouta existe una variante de muñeira que la hace única y ha sido transmitida de generación en generación, llegando muy viva hasta nuestros días. Aunque en origen se cree que era un baile habitual entre las mujeres, este sesgo ha desaparecido. También en Balouta, donde la danzan tanto hombres como mujeres, y de cualquier edad. Cualquier momento es bueno para bailar. Así, las gentes de Balouta aprovechan todas las oportunidades que se presentan, como las fiestas del pueblo o cuando algún acordeonista o gaiteiro acude a Balouta a tocar. -
Limosna a los difuntos
Antiguamente no existían las empresas funerarias, de manera que los velatorios tenían lugar en la casa doliente. Esta costumbre se ha mantenido a lo largo de los años en las zonas rurales, hasta hace unas tres décadas, aproximadamente. Esta costumbre consistía en velar al fallecido desde que moría hasta su entierro. También por las noches acudían las mujeres a rezar el rosario y acompañar a la familia en las duras horas previas al entierro. Ahora, en cambio, se reza el rosario en la puerta del difunto el día previo al funeral. En los pueblos del Valle de Ancares, como en muchos otros lugares, era común que la familia del difunto recibiese una limosna por parte de los vecinos del pueblo, sin importar su relación, si se llevaban bien o no. Siempre se daba una pequeña cantidad de dinero a los familiares del fallecido. En Pereda esta costumbre sigue viva. Se da con mucha menos frecuencia, pero es la única localidad en la que se ha documentado que se continúe con esta costumbre. Ahora se da una cantidad simbólica, normalmente un euro, unos días después del entierro, como se recuerda que se hacía antaño. -
Pandereta
Desde la Antigüedad, instrumentos de percusión como la pandereta han sido los protagonistas de las fiestas de los países atlánticos y mediterráneos, con gran popularidad en la música celta. La pandeira es el instrumento básico en toda fiesta o fiendeiro (filandón) del Noroeste español. Sus dimensiones suelen ser de unos 20 cm de diámetro y 5 cm de alto. En el caso del Valle de Ancares, éstas tienen forma redonda, con unos 40-50 cm de diámetro y entre 8 y 12 cm de alto. Siempre llevan, en el aro, unas ferreñas o sonajas que acompañan los golpes rítmicos de los diferentes toques. Afortunadamente, en los pueblos de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses, la costumbre de tocar la pandeira nunca desapareció totalmente, gracias, en parte a los numerosos recopiladores que recorren las aldeas en busca de pandereteiras. Y decimos pandereteiras porque el uso de este instrumento se mantuvo, principalmente, en manos femeninas. El estilo de tocar y la característica principal de esta zona de la provincia de León no se separa mucho de formas de otras pandereteras y de otras formas de tocar de otras comarcas siendo común y que en la misma panderetera o en la misma zona se manifiesten formas de tocar tanto a una mano como a dos manos. -
Ancares
Geográficamente el río Ancares nace en las faldas del pico Cuiña, en el conocido como pozo Ferreira. Desemboca en el río Cúa, que nace en el valle vecino de Fornela y se funde con el Ancares aproximadamente a la altura de la localidad de Espanillo (municipio de Arganza). Es por esto que el Diccionario de Madoz dice de “Ancares” que “tiene su origen en el valle del mismo nombre en un lago formado por varios manantiales que nacen en el monte titulado Campanario de Ferreira al E. del alto de Pico de Orrio, que por aquella parte divide la provincia de León de la de Lugo; sigue su curso de O. a S. atravesando dicho valle hasta el sitio que llaman Cruz de Villar, en cuyo punto varía de dirección, y marcha de E. a S. por entre una cordillera de montes hasta los Puliñeiros en donde desemboca en el Cúa y pierde su nombre. Desde su nacimiento deja a la izquierda los pueblos de Tejedo, Suertes, Espinareda, Villasumil y Lumeras; y a la derecha los de Pereda, Candín, Sorbeira, Villarbón, La Bustarga, San Martín de Moreda y San Pedro de Olleros […]” -
Botillo ancarés
El botillo es el embutido en el que pensamos cuando hablamos de gastronomía berciana. Lo habitual es pensar que se cuece el botillo y se acompaña con repollo, patatas e incluso algo de panceta. Es la receta más extendida y más cocinada dentro y fuera de la comarca. Sin embargo, el botillo se acompaña de una manera diferente en el Valle de Ancares. Aquí es muy habitual reservar carne en la matanza para elaborarlo, y tenerlo muy en cuenta en celebraciones y fechas señaladas. Sin embargo, lo habitual es comerlo cocido, pero acompañado sólo de “cachos”, como se les llama aquí a las patatas cocidas. Se suele añadir también una ristra de chorizos que se cuecen junto con el botillo. La razón principal es que en Ancares se cultiva más la berza que el repollo, y la patata es un alimento muy recurrente en esta tierra, con lo que se tendía a cocinar con lo que abundaba. Así se fue transmitiendo la receta de madres a hijas hasta la actualidad, mientras que en el resto del territorio berciano se seguía cocinando el botillo con todo su acompañamiento, hasta el punto de convertirse en una receta que traspasó las fronteras comarcales. -
Ganadería Extensiva
La ganadería es un medio de subsistencia habitual en nuestros pueblos. Hasta hace poco menos de tres décadas era frecuente que cada vecino tuviese sus propios animales en casa y se abasteciera de su carne y su leche. Hoy en día la tendencia ha cambiado y, si hay ganado en nuestros pueblos, es gracias a que alguno de los vecinos se dedica a ello profesionalmente. Tiene más cabezas de ganado que antes y vende la carne de sus animales a intermediarios. Se trata pues, del modelo de ganadería extensiva. Cabe destacar que el animal más común en la ganadería de esta zona es la vaca, si bien es frecuente criar caballos, ovejas, cabras o cerdos, aunque en menos cantidad. Un año normal en el proceso ganadero es, durante el invierno, tener a los animales en prados cerca de casa, alrededor del pueblo, donde es más sencillo echarles de comer piensos y heno, puesto que la crudeza de los inviernos (nieve y heladas) no permite el pasto. Antiguamente, al tener pocos animales, lo habitual era que éstos permaneciesen en las cuadras, a menudo en la planta baja de las casas de los dueños. -
Teito ancarés
El oficio de teitador se mantiene de forma eventual en Ancares para el cuidado de las pallozas, construcciones con cubierta vegetal. Por eso es difícil encontrar personas que sepan hacer esta labor artesana de mantenimiento, cuidado y fabricación del teito que cubre estas construcciones. Una palloza, o casa de teito, como aquí se llaman, son construcciones ovaladas o circulares de piedra, de unos 20 metros de diámetro, donde convivían personas y animales para aprovechar el calor. La estructura base del teito está formada por vigas, tijeras, cangos y ripias. Las vigas se sostienen sobre unos postes llamados tentemozos, de manera que, si por algún motivo, se cae un trozo de pared, el teito se mantendría intacto.











