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Entroido de Villar de Acero
El entroido de Villar de Acero es una festividad propia del tiempo de los carnavales, justo antes de comenzar la cuaresma. En las vísperas de del entroido, sobretodo los domingos, las mozas y los mozos salían a la calle en lo que se denomina “correr o entroido” esto consiste en que después de comer, salían de sus casa y unos mojaban a otros además de tirar puñados de cinsa (ceniza) y fariña (harina). También durante esos días, una vez oscurecía, los niños pequeños “facían os vellos” que consistía en vestirse con ropas viejas del desván con una media en la cabeza y corrían detrás de la gente para darles con una vara. Durante estas persecuciones, los otros niños iban cantando una copla con la siguiente letra: Vello raiouco nacido no couto, Vello raiouco nacido nun couto. El día del entroido. El día del entroido, la gente se viste con las ropas viejas que tenga a mano y van recorriendo las calles del pueblo pidiendo por todas las casas. Normalmente lo que se solía pedir eran huevos y chorizos, como dice la canción que cantan delante de cada casa: Los carnavales se vienen, Los carnavales se van Y nosotros marcharemos Y no volveremos más A estas puertas venimos Dispuestos para cantar, Denos huevos o chorizos, Que Dios se lo pagará. Quedese con dios señora Que nosotros ya nos vamos Que los días son pequeños Y tenemos que aprovecharlos. -
Día del vaso
El Día del Vaso tiene lugar en la víspera de la boda. Se trata de un ritual de agradecimiento y buenos deseos hacia los novios. Tradicionalmente se celebraba en casa de la novia. Allí se reunían los invitados con la pareja. Les cantan versos dedicados a diferentes figuras básicas de una boda, como la novia o el novio o alguno de los padrinos. Mientras tanto, se les invitaba a pan y a vino, que guardaban en una olla, dado el gran número de asistentes. Actualmente se acompaña el pan y el vino con alguna vianda más. Al día siguiente del Día del Vaso es la boda. Por desgracia cada vez es menos frecuente que esta celebración tenga lugar en localidades como Peranzanes, con lo que esta tradición corre serio peligro de desaparición. -
La subasta del Santo
Cada Jueves Santo, en Balouta, es tradición cubrir al Santo (el patrón del pueblo, Santiago Apóstol), como ocurre en muchas localidades en las que se celebra la Semana Santa. En este caso, se tumba delante del altar, sobre una sábana y una almohada, y se cubre con una casulla con colores morados. El Santo permanece en la iglesia, ante el altar hasta el Viernes Santo. A lo largo de estas horas, los vecinos de Balouta y alrededores acuden a la iglesia a hacer ofrendas al Santo, en forma de alimento o dinero, principalmente. El Viernes Santo es día de fiesta en Balouta, puesto que a mediodía se levanta al Santo, vuelve a su lugar habitual dentro de la iglesia y se recoge todo lo que la comunidad le ha ido ofreciendo. En la puerta de la iglesia se subasta todo lo recaudado entre los vecinos con la finalidad de obtener recursos para el pueblo y el edificio de la iglesia. -
Danza de Trascastro
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Antiguamente se danzaba en septiembre, el día de Santa Eufemia, pero debido a la gran afluencia de público en el mes de agosto y la escasa en el de septiembre, se decidió que se aprovecharía la Romería de Trascastro y, a partir de entonces, se danza el 17 de agosto, tras los días 15 y 16, que es cuando danzan en Trascastro, por tradición y derecho, los pueblos de Peranzanes y Chano. Así pues, por la mañana se danza en el Santuario de Trascastro y por la tarde, en la plaza del pueblo, previa autorización del alcalde. -
Danza de Chano
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Los danzantes de Chano bailan la tarde del 15 de agosto (a eso de las 17h) en el campo del Santuario de la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. El día 16 lo hacen por la mañana, mientras que el día 17, danzan en su pueblo, Chano. En el caso de los danzantes de Peranzanes es a la inversa. La danza de Chano se compone de 12 bailarines: 1º y 2º juez, 2 “guías”, 4 “segundas” y 4 “banderas”, además de dos “chaconeros”, dos o tres “palilleros” (habitualmente niños) y un tamboritero. Como decimos, tradicionalmente todos son hombres jóvenes. -
Danza de Peranzanes
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Los danzantes de Peranzanes bailan la mañana del 15 de agosto (a eso de las 11) en el campo del Santuario de la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. El día 16 lo hacen por la tarde, mientras que el día 17, danzan en su pueblo, Peranzanes. En el caso de los danzantes de Chano es a la inversa. La danza de Peranzanes se compone de 8 o 12 bailarines y un tamboritero: 1º y 2º juez, cuatro “segundas”, cuatro “panzas”, dos “guías”, dos “chaconeros”, dos o tres “palilleros” y un tamborilero o “tamburiteiru”. Como decimos, tradicionalmente todos son hombres jóvenes, de entre 14 y 27 años. -
Danza de Guímara
Las danzas de Fornela tienen una amplia tradición. Se dice que son danzas de guerra, por lo que habitualmente son danzadas por hombres. Concretamente, la danza de Guímara tiene lugar durante la fiesta popular de esta localidad del Valle de Fornela, en la que se celebra San Bartolo (24 de agosto) y tiene una duración de alrededor de cuatro días. Así pues, la organización de la danza se pone de acuerdo con la comisión de fiestas para concretar horarios y días de danza. Es conveniente destacar que ésta fue una danza recuperada tras varias décadas sin celebrarse. Antiguamente se danzaba en Trascastro, durante la festividad en la que danzantes de Peranzanes y Chano danzan en el Santuario de la Virgen de Trascastro. -
Fiesta del Maio
El maio-mozo o maio-humano es una tipología de festejo tradicional del 1 de maio, en la que se escoge a un niño o mozo de un grupo para vestirlo y convertirlo en la representación del espíritu de la primavera por ese día (por eso ha de ser irreconocible, dando el aspecto de ser un árbol que anda) oculto con una planta específica cañaveira (smyrnium olosatrum) para luego recorrer las calles y plazas acompañado de una comitiva que va cantando coplas tradicionales (siempre las mismas y con una melodía musical que se usa exclusivamente para la ocasión) solicitando un donativo (castañas “maias”, una alegórica alusión al fin del ciclo de las mismas) y realizando un ritual de levantar al maio como símbolo de la llegada del tiempo de la estación de las flores (el comienzo de un nuevo ciclo). Aunque son los portadores los niños y la gente más joven, los mayores también participan durante el recorrido en el proceso al contribuir con donativos o hacer que la comitiva “tumbe o maio” y luego lo levante. Esta celebración, a comienzos del Siglo XX, era abundante en Galicia, en villas importantes Monforte, Viveiro, Mondoñedo, entre otras las villas Jacobeas Portomarín, Lugo y Santiago, en las que se fueron perdiendo y desapareciendo, siendo única esta expresión a día de hoy en Villafranca donde se resistió a hacerlo y se viene realizando ininterrumpidamente, siendo una de las costumbres más antiguas que se recuerdan de las que persisten. -
Loas
Se trata de una de las partes fundamentales de las que se compone la celebración de la Romería de Trascastro. Tiene lugar el día 15 de agosto por la mañana, tras la danza de Peranzanes en el Santuario. Se trata de un emotivo texto escrito por un vecino de alguna de las localidades del Valle de Fornela, normalmente con tintes personales o haciendo una referencia reflexiva a temas de actualidad, ya sean generales o específicos del valle o del pueblo al que pertenece el redactor y posterior lector. Para conocer quién ha de leer la loa en el año actual, se ha de comentar que se sigue un orden por localidades. Cada año le toca a un pueblo decir la loa en Trascastro y el orden es alfabético. Esto es si, por ejemplo, el año pasado le ha tocado a Cariseda, al año siguiente le tocaría recitar la loa a un vecino de Chano. -
Maranfallos
Los maranfallos son una manifestación que se realiza en la época de los entroidos o carnavales en el pueblo de Burbia. Actualmente, los maranfallos salen a las calles el sábado de carnaval, y en algunas ocasiones los martes. Pero antiguamente, lo hacían durante toda la semana y, algunas veces, de una forma muy agresiva. La característica principal de los maranfallos es la persecución que se realiza a las personas que no van vestidos como ellos o con la cara cubierta, ya que la regla fundamental es mantener el anonimato. Para ello se tapan la cara con cualquier elemento que no permita identificarlos, ya sean caretas, trapos, capuchas, etc. Además, en muchas ocasiones deforman sus cuerpos introduciendo trapos en sus ropas e incluso cambiando su forma de caminar para que nadie pueda reconocerlos. -
Limosna a los difuntos
Antiguamente no existían las empresas funerarias, de manera que los velatorios tenían lugar en la casa doliente. Esta costumbre se ha mantenido a lo largo de los años en las zonas rurales, hasta hace unas tres décadas, aproximadamente. Esta costumbre consistía en velar al fallecido desde que moría hasta su entierro. También por las noches acudían las mujeres a rezar el rosario y acompañar a la familia en las duras horas previas al entierro. Ahora, en cambio, se reza el rosario en la puerta del difunto el día previo al funeral. En los pueblos del Valle de Ancares, como en muchos otros lugares, era común que la familia del difunto recibiese una limosna por parte de los vecinos del pueblo, sin importar su relación, si se llevaban bien o no. Siempre se daba una pequeña cantidad de dinero a los familiares del fallecido. En Pereda esta costumbre sigue viva. Se da con mucha menos frecuencia, pero es la única localidad en la que se ha documentado que se continúe con esta costumbre. Ahora se da una cantidad simbólica, normalmente un euro, unos días después del entierro, como se recuerda que se hacía antaño. -
Romería de Trascastro
La Romería de Trascastro es, posiblemente, la celebración más importante que tiene lugar en el Valle de Fornela, puesto que se rinde culto a la Virgen de Trascastro, patrona de los fornelos. La danza es la principal protagonista de toda la festividad, puesto que en ella se concentran tres danzas de las cuatro que permanecen vivas en el valle. Éstas son las de Peranzanes, Chano y Trascastro. Se sigue un riguroso orden de danzas, con lo que el día 15 de agosto danza Peranzanes por la mañana y Chano por la tarde, mientras que este orden se invierte el día 16, en el que Chano es el primero en danzar y Peranzanes lo hace por la tarde. El día 17 es el turno de Trascastro, que danza todo el día en su pueblo, por la mañana en la campa del Santuario y por la tarde en la plaza del pueblo. Hay procesión, en la que cuatro mozas de Trascastro dan una vuelta al Santuario con la imagen. Como es típico en este tipo de festividades, por la noche tiene lugar una verbena en la que mayores y jóvenes se divierten hasta altas horas de la madrugada. Cabe mencionar que los días de fiesta en Trascastro, también se celebra en Peranzanes y Chano, con lo que cada uno forma su verbena en sus respectivas localidades. Esto es así desde hace unos años, ya que anteriormente estas verbenas tenían lugar en Trascastro, eran aportadas por Chano y Peranzanes, de manera que en el pueblo de Trascastro se juntaban con tres grupos amenizando las noches de fiesta. -
Romería de Santa Marta
La romería de Santa Marta no solo se celebra por ser la patrona de Vilela, sino también ser la abogada de los niños. Uno de los elementos fundamentales de esta romería es precisamente ese, el ofrecimiento de los niños a la virgen que, en unas ocasiones se realiza para sanarlos de una enfermedad y, en otras, para protegerlos. El día de Santa Marta, que va precedido por una novena se realizan una serie de misas a lo largo de la mañana, siendo la más importante la denominada misa mayor. A las 12 de la mañana comienza la procesión, que recorre varias calles cercanas a la iglesia. Los portadores de la virgen suelen ser las personas que se ofrecen a Santa Marta, teniendo preferencia estos ante los demás. Años atrás, los portadores solían ser los quintos. Una vez se inicia la procesión, las personas inician el ritual para obtener la protección o sanación de la Virgen. Este ritual consiste en pasar varias veces por debajo de ella, mientras la imagen avanza en procesión. Las personas pasan una tras otra desde delante hacia atrás, teniendo en ocasiones que ir apartando a la gente para poder avanzar. Una vez que la imagen llega de nuevo a la parroquia, los niños se disponen sentados delante del altar para dar comienzo la misa, que ese día se oficia al aire libre en el recinto de la iglesia . Años atrás, se vestía a los niños ofrecidos con una especie de mortajas blancas que portaban durante la celebración. -
Hoguera del Sábado de Pascua
Hoguera que se realiza el Sábado de Pascua a partir de la media noche con motivo de la celebración de la resurrección de Cristo. Horas antes de medianoche, las gentes recogen leña por las casas del pueblo para juntarla en la plaza (antiguamente se celebraba en el puente). Una vez dan la medianoche, se enciende la hoguera y se empiezan a tocar las campanas de la iglesia durante un tiempo indeterminado. Según indica la gente, puede alargarse durante toda la noche o solamente durante unos minutos. Es típico acudir a la hoguera con unos trozos de tocino o chorizos para asarlos en el fuego pinchados en un garabullo (palo con punta). En otra época, ya avanzada la noche, los mozos del pueblo daban inicio a las trastadas. Estas consistían en sacar los arados de las casas y colgarlos de los árboles y también tirar los carros a los subiaos (cunetas). -
Volteo manual de campanas de San Nicolás el Real
El volteo manual de campanas se lleva a cabo todos los días de la novena previa a la festividad del Cristo de la Esperanza (14 de septiembre, día de la Exaltación de la Cruz). Cada tarde, a las 19:30 h., se ejecutan tres volteos consecutivos, con un intervalo de separación de unos 15 minutos entre cada uno. Cada campana comienza su volteo siguiendo un orden determinado, desde la más pequeña hasta la más grande. El propio día de la fiesta del Cristo, además de los tres volteos para anunciar la celebración eucarística, se ejecutan otros dos a la salida y entrada en el templo de la talla del Cristo, de manera que esta esté siempre acompañada por el sonido de las campanas mientras se encuentre en el entorno del edificio. -
El racimo de San Roque
Acto que se realiza los días de Nuestra Señora y San Roque antes de la procesión y la misa en el que se hace una ofrenda a San Roque para pedirle que no haya plagas ni enfermedades en los viñedos para que la cosecha de uvas sea abundante. Consiste en recoger un racimo de uvas en los viñedos (normalmente lo más grande posible) y colgarlo en el brazo de la talla de San Roque antes de la procesión. Normalmente, la talla lleva colgados varios racimos de diferentes personas, ya que las ofrendas son personales. San Roque es un santo venerado en gran parte de la geografía española. Ya que es el protector de enfermedades como la peste, empezaron a proliferar capillas, ermitas e iglesias a bajo su patronazgo cuando en esos lugares se fue erradicando la enfermedad. Comunidades en las que la economía se basaba en gran medida al cultivo de la vid, como lo es Valtuille de Arriba, se han realizado y se realizan estas ofrendas a San Roque para que proteja a los viñedos de las plagas y enfermedades a las que son tan sensibles. -
Fachizas
Las fachizas de Burbia consisten en la realización de una especia de antorchas de paja de centeno que posteriormente serán quemadas en el monte denominado “a lagúa”. El proceso de elaboración comienza escogiendo la paja. Antiguamente eran muchos terrenos de la zona los que se dedicaban a la siembra del centeno, pero como en toda la comarca, poco a poco se fue perdiendo hasta desaparecer. En la actualidad, la paja que se usa es la que Juan, el teitador, usa para teitar las pallozas y horreos. Esta paja se trae de la zona de Astorga, y es de menor calidad que la que se usaba antiguamente ya que, según señalan, la recogida en la zona era de mayor grosor, lo que aumentaba la durabilidad de los teitos al estar ésta más adaptada al medio. Una vez seleccionada la paja, las mejores se atan en un mollo y se dejan unas horas en la reguera para que ablanden. Será esta paja la destinada a hacer los bincallos, que son una especie de cuerdas realizadas a base de entrelazar la paja. Es por eso que necesitan humedecerse, ya que de no ser así, se rompería al retorcerla. Una vez elaborados los bincallos, se extiende la paja seca en una hilera de unos dos metros y se va amontonando a lo largo para ir atándola poco a poco con varios bincallos. Según señalan, los bincallos deben de situarse a una distancia muy concreta, ya que si están muy cerca -
Pandereta
Desde la Antigüedad, instrumentos de percusión como la pandereta han sido los protagonistas de las fiestas de los países atlánticos y mediterráneos, con gran popularidad en la música celta. La pandeira es el instrumento básico en toda fiesta o fiendeiro (filandón) del Noroeste español. Sus dimensiones suelen ser de unos 20 cm de diámetro y 5 cm de alto. En el caso del Valle de Ancares, éstas tienen forma redonda, con unos 40-50 cm de diámetro y entre 8 y 12 cm de alto. Siempre llevan, en el aro, unas ferreñas o sonajas que acompañan los golpes rítmicos de los diferentes toques. Afortunadamente, en los pueblos de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses, la costumbre de tocar la pandeira nunca desapareció totalmente, gracias, en parte a los numerosos recopiladores que recorren las aldeas en busca de pandereteiras. Y decimos pandereteiras porque el uso de este instrumento se mantuvo, principalmente, en manos femeninas. El estilo de tocar y la característica principal de esta zona de la provincia de León no se separa mucho de formas de otras pandereteras y de otras formas de tocar de otras comarcas siendo común y que en la misma panderetera o en la misma zona se manifiesten formas de tocar tanto a una mano como a dos manos. -
Entroido de Valtuille de Arriba
Celebración con motivo del carnaval que precede inmediatamente al tiempo de cuaresma. Al ser esta una época de recogimiento y abstinencia, el entroido alberga ciertos excesos y descontrol. Esta celebración tiene como elemento principal la figura de un hombre de paja que personifica el entroido. Esta figura solía construirse con paja de centeno que los mozos iban recogiendo por los mederos y palleiros del pueblo hasta conseguir la cantidad necesaria. Una vez en la plaza, se hacía un agujero y se clavaba un poste de madera de gran altura (hasta ocho metros según las fuentes), y clavado a su vez en este, otro haciendo una forma de cruz que sirve de estructura para los brazos. A la figura en algunas ocasiones se le daba forma cónica y en otras, se le ponían “unas patas escarrancadas” o piernas abiertas. La cabeza está compuesta por un saco de papel relleno de paja al que se le pinta una cara. Una vez construida la figura, que solía hacerse el sábado de carnaval, esta permanecía allí hasta el martes, día en el que se le dará juicio. En este juicio las personas se subían a la figura con una escalera y desde allí arriba unos hacían alegatos a favor y otros en contra para ser o no quemado. En estos alegatos se podían usar cualquier tipo de recursos, siendo críticas a eventos y problemas de actualidad o cosas de la vida cotidiana. -
Día de los Carros
La fiesta tiene lugar la noche del Sábado Santo al Domingo de Pascua, en honor a la resurrección de Cristo. Antiguamente el párroco daba una misa a oscuras, ya que era a las 23:00 y duraba hasta medianoche, que era la hora en la que, en el medio del pueblo, con el Cirio Pascual se encendía la hoguera, para simbolizar la resurrección de Cristo. En ese momento tenía lugar el volteo de campanas y daba comienzo la celebración. Ahora se pagan las luces del pueblo para recrear más fielmente la celebración y aportar majestuosidad a la hoguera. Es entonces cuando los mozos del pueblo van a las casas y sacan los antiguos carros de madera para llevarlos al lugar donde se hace el fuego. No se queman. Se dejan allí, junto a la hoguera. Antes la celebración tenía lugar en el centro del pueblo y ahora, al ser la hoguera de menor tamaño, se ha trasladado al portal de la iglesia. Actualmente se ameniza la fiesta con fuegos artificiales, chocolate caliente y música. -
Feria del Espino
Entre Vega y Espinareda encontramos El Espino, una pequeña población donde, desde hace varios siglos, se celebra la gran feria del ganado los días 1 y 15 de cada mes, en la que lo tradicional es comer pulpo a feira. La Feria del Espino nació en el siglo XV por Privilegio Real, al amparo de la religión, y tiene al comercio y al pulpo como protagonista. El Rey Alfonso XI concedió al Monasterio de San Andrés de Vega de Espinareda el privilegio de realizar mercados en tiempos de paz. Dicen las gentes que a la Feria del Espino venían a tratar sobre todo la compraventa del ganado (vacas, caballos, cerdos, e incluso gallinas y conejos) desde todos los rincones de Noroeste de España: El Bierzo, León, Galicia, Asturias e incluso desde el País Vasco. Era un evento importante marcado en rojo en el calendario de comerciantes, ganaderos y agricultores. Tal es su importancia que hasta la forma física del pueblo es circular, ya que creció alrededor del recinto donde tenía lugar la feria los días 1 y 15 de todos los meses, conocido como Campo da Feira. -
Festa do galo y os ditos
Era una fiesta en la que participaban los chicos jóvenes, mozos adolescentes. Soltaban un gallo y lo perseguían hasta que lo atrapaban. Lo metían en una especie de trampa hecha con un agujero en la tierra y una losa que lo tapaba y por la cual el animal sólo podía asomar la cabeza. El juego de los ditos comenzaba cuando el gallo estaba con la cabeza asomada por el agujero de la losa. Los muchachos decían esos ditos, que eran rimas o poesías cortas, generalmente satíricas, de índole actual. Era condición indispensable para después, con los ojos vendados, tratar de dar un golpe en la cabeza al gallo. Repetían la acción hasta que el animal moría. A continuación celebraban la muerte del gallo e iban pidiendo por las casas una especie de aguinaldo consistente en pan, chorizos, huevos o vino. Por la noche se reunían todos los muchachos en una casa y festejaban cocinando lo recaudado por la tarde tas la muerte del gallo. Actualmente se ha perdido la celebración, pero existe intención de recuperarla (siempre con la intención de no dañar a ningún animal) por parte de la asociación cultural creada recientemente en el pueblo. -
Fiesta de San Antón
La fiesta tenía lugar en un fin de semana cercano al 17 de enero, que es el día se San Antón. Comenzaba el viernes y duraba hasta el lunes, día al que llaman “San Antón Viejo”. El domingo era el día de “San Antoñín”. Los primeros días se hacían misas en honor a San Antón, y ofrendas al salir de la iglesia, que después se subastaba entre los vecinos. Lo habitual era ofrecer lacón o centeno para que los gochos (cerdos) no se enfermasen durante el año. Por la noche, se hacía fiesta en el corral de una casa, ya que al ser invierno, las bajas temperaturas obligaban a resguardarse. En ocasiones nevaba, y el hecho de celebrar en el corral permitía la diversión nocturna con la orquesta que se acercaba a amenizar la fiesta de Penoselo. El último día, el lunes, día de “Santo Antón Viejo” era también el “Día de los casaos”, un día más íntimo al que ya solo acudían los vecinos del pueblo. Lo habitual era ir casa por casa a comer chorizos, beber vino y cantar. Por la noche, y como colofón final, se tomaba chocolate caliente. Actualmente se celebra en agosto, aprovechando que es período vacacional y hay más gente en el pueblo. Tiene una duración de un fin de semana, y lo normal es hacer misa por la mañana y verbena por la noche. Hasta los años 90 se hacía también una procesión, pero se ha ido perdiendo la costumbre.