León

Candín

Peranzanes

Vega de Espinareda

Candín

Vega de Espinareda

Peranzanes

Siembra de las patatas

Vota das patacas

Aprovechamientos específicos de los paisajes naturales

Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

Técnicas artesanales tradicionales

Gastronomía, elaboraciones culinarias y alimentación

Esta labor está estrechamente relacionada con la labranza de la
tierra, con la agricultura, con lo que es inevitable asociarlo a los
ámbitos de “aprovechamientos específicos de los paisajes
naturales” y “conocimientos y usos relacionados con la
naturaleza y el universo”.
Se trata de una labor manual y artesanal en la mayoría del
proceso, con lo que pertenece también al ámbito de “técnicas
artesanales tradicionales”.
En cuanto al ámbito de “gastronomía, elaboraciones culinarias y
alimentación”, el principal objetivo de este bien es,
precisamente gastronómico.

Población local.

La siembra de las patatas se da en toda la península ibérica, allí
donde es un alimento común y la tierra favorece su cultivo,
donde tradicionalmente este alimento ha supuesto el sustento
de la comunidad y sus animales a lo largo de todo el año.
En este caso, nos centraremos en la zona de la Reserva de la
Biosfera de Los Ancares Leoneses, especialmente en los
municipios de Peranzanes (Valle de Fornela), Vega de
Espinareda y Candín (Valle de Ancares), aunque también se da
en el municipio de Villafranca del Bierzo.

Anual. El hecho de sembrar patatas tiene lugar una vez al año, aunque requiere de un proceso previo y posterior que abarca todo el año o, al menos, desde marzo hasta noviembre.

La patata ha supuesto, durante muchos siglos, el alimento
principal de muchos lugares alrededor del mundo. También de
la zona de la Reserva de la Biosfera de Los Ancares Leoneses
siendo, junto con la castaña, los productos gastronómicos
estrella, dada su abundante producción.
En el caso de la patata o pataca, como aquí se le llama a este
tubérculo, su producción es anual, siendo imprescindible su
siembra año tras año.
El proceso comienza en primavera, entre la segunda quincena
de mayo y principios de junio, dependiendo de cómo venga el
tiempo ese año. Si viene muy lluvioso o más bien seco, lo que
permite labrar con más comodidad la tierra.

La recogida tiene lugar entre los meses de octubre y noviembre,
dependiendo de cuándo ha tenido lugar la siembra.
El proceso de sembrado requiere de unas técnicas y pasos previos y posteriores:

Lo primero es preparar la tierra, removiéndola con el fin de que
se airee y no se encuentre apelmazada a la hora de plantar.
Unos días antes de plantar tiene lugar la “acarrea del abono” o
“saca de abono”, que consiste en sacar el abono de la cuadra
donde han permanecido los animales a lo largo de los meses
más fríos y llevarlo a la huerta donde se va a plantar. Antaño se
hacía con carros, pero actualmente se suele hacer con un
tractor.
A modo de inciso, reseñar que hace unas décadas, antes del
éxodo rural de los años 70, la siembra se organizaba en curtías
(acumulación de parcelas de tierra utilizada para sembrar,
normalmente patatas y centeno), de manera que si un año se
“echaba” centeno en una curtía, al año siguiente, patatas. Es la
práctica que conocemos como barbecho. Llama la atención que
las curtías estaban divididas en parcelas de distintos
propietarios, que se ponían de acuerdo para sembrar el mismo
producto cada año. A esta costumbre se le llamaba “ir a una
mano”.

Tras sacar el abono y “arramarlo” (extenderlo por la tierra a
plantar) para asegurar la fertilidad del terreno, se prepara a
semente, que consiste en cortar las patatas en cachos
(fragmentos) separando las partes que tienen grilo o fonte
(tallo), que es el trozo o trozos de la patata que se planta. Lo
ideal es hacerlo unos tres o cuatro días antes de la vota o
siembra para dar tiempo a que cicatrice el corte y evitar que la
patata se pudra en la tierra y no crezca.
Cuando tanto la tierra como la semente están preparadas para
sembrar, se procede a la vota das patacas, al puro hecho de
sembrar las patatas. Esto se hacía con un arado, tirado por dos
vacas unidas entre sí por un xugo (yugo). En cambio ahora se
hace con un arado tirado por un tractor. Es algo más rápido,
pero el proceso de depositar las patatas en la tierra no ha
variado, ha de hacerse de manera manual, una a una y dejando
un pie de distancia entre un cacho y otro, y cada segundo surco,
es decir, uno sí y otro no, para dejar espacio a la patata al
crecer.

Unos diez o quince días después de la siembra, se suele gradar
o escarabellar para airear la tierra y cubrir algún que otro cacho
que haya podido quedar descubierto el día de la siembra. Para
escarabellar se utiliza una hazada o un garabato (especie de
angazo con forma curva).
El siguiente paso sería, simplemente, dejar actuar a la
naturaleza y esperar a que broten las plantas. Cuando estén
todas o casi todas nacidas, se apican con el picaxo o la gallada,
con mucho cuidado de no dañar las patatas, pero con el
objetivo de quitar las malas hierbas.
Cuando la planta ha alcanzado una altura considerable, como
de un palmo, se asucan, esto es, rehacer los sucos, de manera
manual con un picaxo o con el arado, para “arropar” la planta y
para marcar el surco y hacer más fácil el riego, que suele tener
lugar sólo una vez durante todo el proceso, y sólo si es
necesario, en años de mucho calor y sequía.

Por último, se dejan crecer hasta que “estén cumplidas”, es
decir, hasta que la planta se ha secado y prácticamente
desaparecido, lo que es indicativo de que las patatas están listas
para arrincar. Es entonces cuando tiene lugar la arrinca das
patacas. Cuando llega este momento, estaremos entre los
meses de octubre o noviembre.
En cuanto a la arrinca das patacas, cabe mencionar que se hace
con el arado, igual que para la vota, o picando la tierra con un
picaxo. Sea como fuere, se trata de un proceso absolutamente
de manera manual, en el que se va extrayendo de la tierra la
patata una a una, seleccionando las que están heridas
(escahadas) o las que son más pequeñas de las “buenas”, que
son las que se utilizan para consumir. Una vez clasificadas, las
patatas “buenas” son almacenadas en lugares frescos,
habitualmente en bodegas, y se van cogiendo a demanda para
cocinar o para vender.
Las que consideramos como “no buenas” no se tiran, sino que
las pequeñas son cocidas y usadas para pienso y abastecimiento
de los animales, y las escachadas pueden llevar el mismo fin o
ser de consumo prioritario.

Cabe reseñar que existe una fase previa o final que tiene lugar
en marzo. Es la demostración de que se trata de un proceso
cíclico. En el mes de marzo, pues, se hace una primera selección
de las patatas que hay en la bodega, de manera que se
clasifican e nuevo por tamaño y estado. Así, las medianas y las
que ya tienen grilo se apartan para sembrar en mayo/junio,
mientras que se siguen almacenando para consumo las más
grandes. Es una manera de “limpiar” y de hacerse una idea de la
simiente disponible para la próxima temporada. A este proceso
se le llama escoller as paracas.

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Sí

Infunde un sentimiento de identidad y pertenencia a una
comunidad. La principal función de la siembra de las patatas es
económica.

Tradicionalmente la vota y la arrinca das patacas era
imprescindible para el sustento de gran parte del año de las
comunidades, puesto que, junto con la castaña, eran los
alimentos base de toda dieta. Además, las patatas también
servían de pienso para los animales que las familias criaban en
sus casas. En ocasiones se vendían las patatas en ferias, lo que
supone un beneficio económico directo.
Actualmente sigue teniendo casi la misma importancia, pero el
sentido de “votar as patacas” ha variado. Ahora se siembran
con el fin de consumo propio, de manera que supone un ahorro
importante en la economía familiar.

Es importante destacar que durante todo el proceso participan
tanto hombres como mujeres.
Ahora los roles se han difuminado, pero lo habitual era que los
hombres preparasen la tierra para sembrar mientras que las
mujeres se encargaban de preparar la semente, tanto en los
días previos a la siembra, como el proceso de selección descrito
que tiene lugar en marzo.
Normalmente los hombres manejan el arado, mientras las
mujeres depositan los cachos en el surco.
En la arrinca das patacas no hay roles específicos.

Fala

No son necesarios idiomas o lenguajes para la acción de
siembra o recogida, pero sí que se utilizan expresiones o
palabras en castellano o alguna fala, como por ejemplo votar,
arrincar o escoller as patacas, semente, curtía, acarrea o saca
del abono, grilo o fonte, cachos, surcos, gradar, escarabellar.
O los nombres de las herramientas utilizadas para esta labor: garabato, picaxo, gallada…

Las propias patatas, como resultado del proceso o como
elemento para sembrar.
Las herramientas utilizadas, como el arado (unido a las vacas o al tractor), garabato, picaxo, gallada, hazada.

Recogida de castañas

La ganadería está estrechamente relacionada con la siembra de
las patatas y con la labranza de la tierra en general, puesto que
el abono utilizado como fertilizante se extrae de la actividad
ganadera. Hay que recordar que, tradicionalmente, el arado
estaba tirado por un par de vacas.
El botillo cocinado como en Ancares, puesto que la patata es el
único acompañamiento al botillo, con lo que cobra especial
importancia en el plato.
La recogida de las castañas, dado que éstas, junto con las
patatas, eran el principal sustento de las familias. Actualmente puede que no se encuentre la misma relación, pero tradicionalmente estaban estrechamente relacionadas y así lo recuerdan muchas de las personas entrevistadas.

Cualquier persona puede participar en el proceso de la siembra y recogida de las patatas.

Transmisión, especialmente a través de la educación formal y no-formal

Promoción, mejora

Su transmisión principal es no formal, mediante la repetición continua del evento. Si bien es cierto que el proceso ha evolucionado con el paso de los años y se ha mejorado con, por ejemplo, usar un tractor con arado para hacer los surcos en vez de una pareja de vacas, lo que requería un proceso de doma y aprendizaje para el animal y una inversión de tiempo superior a la actual.

No existe ninguna organización específica.

Muy bajo

La ganadería es el bien más estrechamente relacionado con
este elemento y corre cierto peligro de desaparición, dada la
ausencia de relevo generacional.
El botillo tiene una alta viabilidad de manifestación, a pesar de
que el plato en el que la patata es el principal acompañamiento
del botillo escasee más que la versión más frecuente.
La recogida de las castañas no influye en la manifestación del
bien, a pesar de las posibles similitudes halladas.

No

No es necesario aplicar medidas de salvaguarda por que la mayoría de economías familiares aún conservan este bien.

No se ha implementado medidas más allá de las facilidades del progreso de la técnica y tecnología que permiten hacer más fácil la conservación del bien.

No existe

Contando al entrevistador, mediante conversaciones
informales, el proceso de la siembra.
A través de una demostración práctica.

Se ha entrevistado a varias personas entre los diferentes
municipios de estudio, y todas coinciden en contar el proceso
centrándose en el momento de sembrar las patatas. Es, quizá el
momento más importante de todo el proceso puesto que se
hace seguido y no en varios días como ocurre con la recogida.
Se ha podido asistir a uno de los eventos en la localidad de Tejedo de Ancares.

Ayuntamiento de Peranzanes: 987 56 50 82
Ayuntamiento de Candín: 987 56 42 04
aytocandin@hotmail.com
Ayuntamiento de Vega de Espinareda: 987 56 86 19

Seguridad alimentaria

Igualdad de género

Acceso al agua potable y gestión sostenible del agua

Generación de ingresos y medios de subsistencia sostenibles

Conocimientos y usos relacionados con la naturaleza y el universo

El bien tiene un impacto en la seguridad alimentaria puesto que
se trata del proceso de sembrado, recogida, mantenimiento y
venta o consumo de un producto alimenticio como es la patata.
En cuanto a la igualdad de género, a parte de los roles
específicos, tanto hombres como mujeres participan en el bien.
Se trata de un bien con impacto en el acceso al agua potable y

gestión sostenible del agua, ya que se mide mucho el regadío de
la planta, reduciéndolo lo máximo posible. Al menos esa es su
práctica correcta en cuanto al uso del agua.
Se trata de un bien cuyo fin es generar un medio de
subsistencia, así que su impacto es evidente.
En cuanto a los conocimientos y usos relacionados con la
naturaleza y el universo, al ser un modo de agricultura, estos
conocimientos le son inherentes.

No existen restricciones.

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